11 enero 2015

Inanna


"[Isimud clama] ¡Oh, Reina mía, tu padre me ha enviado a ti,
Oh, Inanna, tu padre me ha enviado a ti,
Tu padre, sublime en sus discursos,
Enki, sublime en su elocuencia,
Cuyas augustas palabras no deben ser desdeñadas!"

La santa Inanna le contesta:
"Mi padre, ¿qué te ha dicho? ¿Qué te ha ordenado?
Sus augustas palabras, que no deben ser desdeñadas,
¿cuáles son, por favor?"

Mi rey me ha hablado,
Enki me ha dicho:
"Deja que Inanna llegue a Uruk,
Pero tú vuelve con la Barca celeste a Eridu."

La santa Inanna dijo a Isimud, el mensajero:
"¿Por qué mi padre, dime, por favor,
ha cambiado lo que me había dicho?
¿Por qué ha quebrantado la palabra que me había dado?
¿Por qué ha profanado
las augustas palabras que me había dirigido?
¡Mi padre me ha dicho palabras mendaces,
Es con mendacidad que ha jurado
por su Poder y por el Abzu!"

Apenas ella hubo pronunciado estas palabras,
Que los monstruos del mar se apoderaron de la Barca celeste.
Inanna dijo entonces a su mensajero Ninshubur:
"¡Ven, fiel mensajero de Inanna,
Mi mensajero de palabras favorables,
Mi portador de palabras sinceras,
Tú, cuya mano no tiembla jamás,
cuyo pie no tiembla jamás,
Salva la Barca celeste y las leyes divinas dadas a Inanna!".


Mito sumerio, probablemente más antiguo que 3000 años a.c.
Historia Antigua


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