"En elocuencia ningún hombre le iguala
cuando Pericles se levanta y toma la palabra,
de diez buenos pies nuestros oradores corrientes
como un buen corredor son aventajados.
No sólo fecundo, además con persuasión
posándose sobre sus labios. Despertaba una fascinación
y poseía ese poder exclusivo de los oradores,
de impulsar los corazones de los hombres y llevarlos detrás del aguijón".
Eupolis, siglo V a.c.
Historia Antigua
No hay comentarios:
Publicar un comentario